Muchos saben que Coca-Cola, el refresco más consumido del mundo, es un invento del farmacéutico John Pemberton, y empezó a comercializarse en 1886, en Atlanta, como una medicina que curaba el dolor de cabeza, la dispepsia, la neurastenia e incluso la adicción a la morfina y la impotencia. Con tales indicaciones no es extraño que ese “medicamento” tuviera un éxito inmediato. Sin duda, los efectos de algunos de los componentes que formaban parte de la fórmula original, como la cocaína (en dosis muy pequeñas, según se dice) obtenida del extracto de hojas de coca, pero potenciados por la cafeína de la nuez de cola, contribuyeron a la gran aceptación popular del invento de Pemberton. Aunque, seguramente, algo influyó también el anhídrido carbónico, no sólo por lo agradables que pueden resultar las burbujitas que produce la efervescencia, sino porque entonces se pensaba que las bebidas carbonatadas eran beneficiosas para la salud, y en especial para la buena digestión.
Al hablar del primero a quien se le ocurrió añadir anhídrido carbónico al agua, es decir, fabricar soda, tenemos que referirnos a otro nombre mítico en la industria de las bebidas gaseosas, Schweppes, y más concretamente a su creador, Johann Jacob Schweppe, un empresario alemán que desarrolló un procedimiento para fabricarlas. La empresa inició sus trabajos en Ginebra, en 1783. En 1792 se trasladaría a Londres y, años después, empezaría a producir la famosa tónica; cuyo primer uso, por su contenido en quinina, sería medicinal. Los soldados del Imperio Británico la utilizaron, sola o mezclada con ginebra (cuyo origen ¡cómo no! también se atribuye a un médico, Franciscus Sylvius), para combatir la malaria y otras fiebres.[1] Recientemente, la relación entre la tónica Schweppes y la medicina se reactivó -si se me permite la digresión- al ponerle cara a la publicidad de la compañía el actor Hugh Laurie, conocido internacionalmente por su interpretación del Dr. House.
En los Estados Unidos de América, la fabricación de bebidas carbonatadas comienza a popularizarse en Nueva York, en 1832, cuando John Matthews inventa un aparato para mezclar agua con gas carbónico y, además, agregarle sabor. Un año antes de que Pemberton inventara la Coca-Cola otro farmacéutico, W. B. Morrison, en Texas, empezó a vender la gaseosa más antigua que todavía se comercializa en los Estados Unidos: Dr. Pepper. Pero, antes que todos ellos (según se dice, desde 1807) un médico -y no un médico cualquiera- el doctor Philip Syng Physick, considerado el “Padre de la Cirugía Americana”, utilizaba ya la gaseosa en el tratamiento de las alteraciones digestivas.
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Philip Syng Physick (1768-1837). Grabado de Richard W. Dodson, tomado del retrato original realizado por Henry Inman para la Facultad de Medicina de la Universidad de Pensilvania |
El doctor Philip Syng Physick nació en Filadelfia, el 7 de julio de 1768, y murió en esa misma ciudad el 15 de diciembre de 1837. Existe abundante información en Internet sobre el Dr. Physick. Sin embargo, desde el punto de vista médico, recomiendo de manera especial un artículo antiguo, ciertamente, pero muy ilustrativo. El autor, Gorge Edwards, redactó su artículo para la revista inglesa Proceedings of the Royal Society of Medicine[2], a finales de 1939, con el título “Philip Syng Physick. 1768-1837“.[3] Por lo que Edwards nos cuenta podemos saber que, en principio, Physic no tenía la intención de ser médico, prefería pasar su tiempo trabajando con su abuelo materno, Philip Syng, que era un reputado platero. Sin embargo, una vez graduado en la Universidad de Pensilvania, en 1785, obedeciendo a su padre, que siempre había deseado que su hijo fuera médico, Philip Syng Physick inició sus estudios de Medicina con el profesor Adam Kuhn, discípulo de Linneo, que impartía Botánica y Materia Médica en la Universidad de Pensilvania. Physick podría haber completado su formación médica en Filadelfia; sin embargo, en noviembre de 1788 se trasladó a Londres para estudiar con el célebre cirujano John Hunter [4], que se convirtió en su tutor académico hasta que, en 1790, Physick recibió su Diploma del Real Colegio de Cirujanos de Londres. Y el joven cirujano podía haberse quedado como ayudante de su maestro; pero, entonces, decidió marcharse a continuar sus estudios en Edimburgo, donde obtuvo el doctorado en Medicina, en 1792, con una tesis sobre la apoplejía, dedicada a Hunter.
Una vez concluídos sus estudios en Gran Bretaña, con 24 años de edad, Physick regresó a Filadelfia. En 1793 fue uno de los médicos que más se distinguió por su actuación en la epidemia de fiebre amarilla que asoló su ciudad, colaborando con Benjamin Rush, uno de los “Padres Fundadores” de los Estados Unidos y el médico que más se destacó en la lucha contra la enfermedad durante aquella epidemia. En 1794 comenzó a ejercer como cirujano en el Hospital de Pensilvania, donde trabajó hasta 1816. Fue profesor de Cirugía y Anatomía en la Universidad de Pensilvania[5]. Desde 1824, hasta su fallecimiento, desempeñó la presidencia de la Sociedad Médica de Filadelfia. En 1825 se le distinguió como miembro de la Real Academia de Medicina de Francia, y en 1836, un año antes de su muerte, fue elegido como miembro honorario de la Real Sociedad Médico-Quirúrgica de Londres.
Entre sus pacientes se citan nombres tan distinguidos como el ya mencionado Benjamin Rush, la hija del presidente John Adams y el presidente Andrew Jackson. Pero, seguramente, su caso más comentado fue el del célebre jurista, presidente de la Corte Suprema americana durante más de tres décadas, John Marshall, que padecía terribles cólicos renales. Se dice que Physic le extrajo alrededor de mil cálculos; lo cual, en aquella época, antes del descubrimiento de la anestesia, es muy meritorio por parte de ambos. El Dr. Physic practicó intervenciones quirúrgicas de todo tipo; y diseñó y construyó instrumental quirúrgico. Algunos dicen que su habilidad manual y para la fabricación de instrumental la adquirió cuando trabajaba con su abuelo, el platero…
Pero, además de sus indiscutibles destrezas quirúrgicas, recientemente, un “tataratataranieto” suyo, J. Del Conner, nos cuenta que Philip Syng Physick fue también uno de los primeros en utilizar el agua carbonatada, la gaseosa, en el tratamiento médico de las alteraciones gástricas. Desde 1807 -dice- el farmacéutico Townsend Speakman, siguiendo las indicaciones de Physick, vendía a sus pacientes un vaso de soda cada día, al precio de 1,50 dólares mensuales. También, según Conner, por consejo del doctor, añadió más tarde sabores para que fuera más agradable, y así nacería la gaseosa en Filadelfia. De todo ello se puede obtener más información en la página de Internet de la nueva soda Dr. Physick, que Conner ha creado en recuerdo de su antepasado, incluyendo esta historia de la soda. Aunque algunos no están muy de acuerdo con esta historia, aduciendo que el mencionado farmacéutico, Speakman, murió en 1793… ¡No puede creerse uno todo lo que lee!
Notas
[1] Aunque, también, se atribuye el invento a un clérigo inglés, Joseph Priestley, en 1767; pero el sabor que obtuvo era tan malo que no pudo comercializarse.
[2] La revista Proceedings of the Royal Society of Medicine se publicó con ese nombre entre los años 1908 y 1977, ambos inclusive. Inicialmente, desde 1809 hasta 1907, se llamó Medico-Chirurgical Transactions, y desde 1978 hasta la actualidad se publica como Journal of the Royal Society of Medicine.
[3] EDWARDS, George (1940): “Philip Syng Physick. 1768-1837″. Proc. R. Soc. Med. 33(3): 145-148. [Disponible en: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC1997417/pdf/procrsmed00659-0021.pdf; consultado 29 junio 2015].
[4] Se dice que fue John Hunter quien inspiró a Robert Louis Stevenson a la hora de escribir El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde.
[5] En Filadelfia existen varias universidades. Physick fue alumno y profesor en la más antigua y prestigiosa de ellas, considerada la cuarta en importancia de los Estados Unidos, y conocida habitualmente como Penn University o simplemente Penn.